Estudio preliminar, desarrollado en Sudáfrica, encontró menor riesgo de complicaciones graves en comparación con la variante delta
Los ciudadanos que contrajeron la variante ómicron del COVID-19 en los últimos tres meses tuvieron un 80% menos de probabilidades de ser hospitalizados en comparación a los infectados con la variante delta, así lo reveló un estudio del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica.
El documento, publicado en el servidor medrxvir.org, encontró que la probabilidad de desarrollar un cuadro de COVID grave que requiera hospitalización fue “cinco veces más baja con ómicron que con delta”. Sin embargo, cuando una persona infectada ya es hospitalizada, el riesgo gravedad no es distinto al de otras variantes.
Los investigadores del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles, la Universidad de Witwatersrand y la Universidad de Ciudad del Cabo analizaron datos de 161.328 casos notificados de COVID entre el 1 de octubre hasta el 6 de diciembre en Sudáfrica. De esta cifra, según resultados PCR, 29.271 pertenecían a la variante ómicron.
Lea también: Toque de queda será desde las 11 p.m. en Navidad y Año Nuevo.
Los autores de la investigación, que incluye aún datos preliminares, descubrieron que, entre las personas infectadas por ómicron, el “2,5% fueron ingresadas en el hospital, en comparación con el 12,8% de las personas infectadas por delta”. Los resultados, sin embargo, podrían estar influenciados por la inmunidad adquirida por la población sudafricana en las olas anteriores de contagio.
El estudio también encontró que las personas infectadas con ómicron pueden tener cargas virales más altas.
“Aunque los casos de ómicron tenían menos probabilidades de terminar en el hospital que los casos de delta, no es posible decir si esto se debe a diferencias inherentes en la virulencia o si esto se debe a una mayor inmunidad de la población en noviembre en comparación con meses anteriores”, indicó el profesor de medicina en la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, Paul Hunter.
Rápida expansión
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que la variante ómicron del coronavirus, identificada el 25 de noviembre, se está expandiendo a un ritmo nunca antes visto con las cepas anteriores y ya fue detectada en 77 países. Incluso que podría estar en naciones donde aún no se ha detectado.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, precisó que si se registra un aumento exponencial de contagios, los “sistemas sanitarios que no estén preparados podrían colapsar nuevamente”. Por ello, invocó a continuar con el uso de las mascarillas, evitar lugares concurridos, ventilación de lugares y el lavado de manos.
Ómicron produjo la primer muerte en Inglaterra, informó primer ministro el ministro Boris Johnson.
¿Síntomas leves?
Un reciente estudio de la Universidad de Stellenbosch, dirigido por la doctora Juliet Pulliam, encontró que la cantidad de ciudadanos sudafricanos que dieron positivo al menos 90 días después de su última prueba positiva supera la registrada en los picos de contagios anteriores.
Lea también: Minsa adelanta a tres meses la espera para recibir dosis de refuerzo.
Además, que, aunque los anticuerpos generados por la vacuna de Pfizer resultan menos efectivos frente a ómicron, aún logran una sólida neutralizaciónen personas con inyecciones de refuerzo o infecciones previas.
Según los registros hospitalarios COVID positivos en la ciudad sudafricana de Tshwane, durante la ola delta, el 70% del grupo etario 50 a 69 años y el 90% de los mayores de 80 tuvieron casos graves; sin embargo, ahora la “proporción es de alrededor del 30% para todas las edades”.
Las autoridades sanitarias sudafricanas informaron que esta variante del virus presenta síntomas como tos seca, fiebre, fatiga y muchos dolores corporales, así como episodios de sudores nocturnos. Además, algunos infectados no presentan ni pérdida de olfato ni de gusto.
