Por: César Ortiz Anderson
Especialista en Seguridad Ciudadana y presidente de Aprosec
Desde Aprosec, y en base a diversos análisis, encuestas, medios de comunicación y los propios vecinos, podemos afirmar que en todos los estratos sociales el riesgo de ser la próxima víctima del abanico de delitos que se comenten en las principales ciudades del país se ha incrementado. Vivimos tiempos de pandemia, incertidumbre, temor e inseguridad.
En la actual coyuntura, los ciudadanos sienten que la delincuencia está más cerca de ellos, son ciudades donde cada vez hay menos ámbitos seguros; incluso sin ser la víctima elegida, solo bastará estar en el lugar y hora equivocada para convertirnos en victimas circunstanciales y acabar mal heridos sino muertos por una balacera.
Tenemos una delincuencia cada vez más violenta y con armas de fuego (propia y extranjera); los ciudadanos están cansados y atemorizados, claman por más seguridad pública en las calles, por una verdadera justicia que no les llega, y la pregunta es la misma: ¿qué hacer?
Tenemos que saber que la seguridad total no existe en ninguna parte del planeta y lo que se puede hacer -siguiendo una serie de recomendaciones de acuerdo a sus riegos- es el reducir la probabilidad de ser la “próxima víctima” de las frías cifras que hoy se multiplican.
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Importante hacer notar que la delincuencia hoy no solo afecta sus bienes y patrimonio, también lo hacen con su integridad física y su propia vida. No olvide que el “automedicarse seguridad preventiva” no es una buena opción, como tampoco lo es contratar seguridad informal.
Les proponemos tomar en cuenta algunos consejos de seguridad preventiva y protocolos generales:
1. Realice un análisis de riesgo preventivo integral para conocer cuáles son sus riesgos y vulnerabilidades en diferentes ámbitos.
2. En la actual coyuntura de seguridad se debe contar con equipos, sistemas y servicios de seguridad preventiva, el concepto es hacerlo de manera grupal, en el edificio, condominio o la cuadra; además así se rebajarán los costos.
3. Hoy, lo que está funcionando es la actitud grupal en cuanto a la seguridad preventiva, tanto en el concepto de familia y vecinos.
4. Es muy importante contar con una palabra o número clave de seguridad que solo será conocido por los padres e hijos.
5. No debemos ser confiados con desconocidos en general, por internet y redes sociales en particular.
6. Al no existir un biotipo delictivo, evite prestar atención a desconocidos, ellos se valen de todo un acto teatral; usan ancianos, niños, minusválidos o embarazadas para que bajemos la guardia.
7. Es importante actualizar -una vez por año- la documentación básica de nuestros colaboradores y empleados de servicios. Sugerimos pasar una prueba de confiabilidad y, si fuera el caso, una prueba poligráfica. Un porcentaje de delitos se cometieron por información de nuestro propio entorno, por ingenuidad o complicidad.
8. No debemos contratar ningún tipo de servicio informal, menos en seguridad o de porteros.
9. A todos los sistemas o equipos de seguridad preventiva (cercos eléctricos, cámaras, sensores, sistema de motores de puertas, resortes de puertas de garaje, entre otros) se les debe dar un buen mantenimiento dos veces al año o cuando estos los requieran.
10. Debemos contar con protocolos de respuesta ya probados en caso se presente alguna crisis de seguridad.
11. No seguir rutinas, llevar un perfil bajo y no hablar temas sensibles en lugares públicos
12. Usted mismo debe manipular su tarjeta de crédito o débito, y siempre protegiendo su clave.
Finalmente, hay muchas recomendaciones y protocolos a seguir, pero ello dependerá de su real riesgo. Punto uno de estas recomendaciones, si usted es sorprendido y sometido por la delincuencia, mantenga la calma y no oponga resistencia, el delincuente está acostumbrado a la violencia, usted no.