¿Ciudadanos y congresistas estamos adormilados en política?

Por: César Ortiz Anderson
Especialista en Seguridad Ciudadana y presidente de Aprosec

Estamos viviendo uno de los momentos más complicados con una inestabilidad política, social y económica. Recuerdo las palabras de Pedro Castillo al recibir sus credenciales como presidente de la República, señalando que no era comunista ni terrorista, está grabado.

También recuerdo que días antes de ser proclamado, Castillo presentó un plan al que llamó Bicentenario, para los primeros 100 días de su Gobierno, señalando que el coordinador era Roger Najar Kokally, y que presentarían un equipo técnico para gobernar el país, lo que al final nunca ocurrió.

El mandatario debería conocer que existen funciones donde es necesario elegir a los técnicos y profesionales más idóneos, los que serán las cabezas de las principales instituciones públicas. Hasta ahora, con los funcionarios de alto nivel nombrados, queda claro que está hacindo todo lo contrario y, con esa decisión, tendremos un mal o mediocre funcionamiento del Estado.

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En pleno Bicentenario y en tiempos difíciles de pandemia -donde hay muchas urgencias y emergencias, y estando frente a un desafió difícil de enfrentar- pregunto, ¿acaso lo responsable no era contratar en base a la meritocracia?, más aún cuando se debe realizar un gran esfuerzo para desarrollar los mecanismos necesarios para blindar a las instituciones públicas de cualquier influencia política, sobre todo si los elegidos a dedo carecen de una experiencia o trayectoria que avalen una buena gestión.

¿Qué pasa con los que, políticamente, deben poner un pare a todo esto que viene ocurriendo? ¿Qué están esperando? En el “país es de todos”, pareciera que la mayoría de ciudadanos están adormitados.

Mientras, el Ejecutivo avanza hacia el despeñadero, con pausa y sin prisa, y otros siguen con su silencio o acciones cómplices; sin duda el tiempo los juzgará. De lo dicho, lo único que se está consiguiendo con este desgobierno son más cuestionamientos y dudas en su gestión.

Finalmente, mi lectura es que estamos en un Gobierno de izquierdas, con varias alianzas que incluye a la izquierda extremista y radical (Movadef), con personajes como Vladimir Cerrón, con los llamado caviares; pero, como siempre, una izquierda desunida que más temprano que tarde se enfrentarán entre ellos, ya que -está claro- lo que buscan es el poder total.