El deceso ocurrió a las 6:40 a.m. debido a complicaciones en su estado de salud, informaron las autoridades del Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao
El cabecilla de la organización terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, falleció esta mañana a la edad de 86 años en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao (Cerec) “debido a complicaciones en su estado de salud”, así lo informó este centro, a través del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
“El jefe de ese centro de reclusión hizo de conocimiento al comité técnico del Cerec sobre este hecho, y conforme corresponde se ha comunicado al Ministerio Público para las diligencias de ley”, se lee en un comunicado. Guzmán Reynoso cumplía una condena de cadena perpetua por el delito de terrorismo.
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El deceso del líder de la organización marxista-leninista-maoista-pensamiento ‘Gonzalo, que asesinó a más de 30 mil peruanos, la mayoría ciudadanos ‘quechuahablantes’ y en condición de pobreza -según la Comisión de la Verdad y Reconciliación-, ocurrió al promediar las 6:40 a.m., un día antes que se conmemore 29 años de su captura.
Luego de ser captura por el GEIN, Guzmán fue presentado al interior de una enorme jaula, donde realizó arengas senderistas.
En efecto, el 12 de septiembre, luego de una minuciosa investigación, el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), de la Dirección contra el Terrorismo de la Policía Nacional del Perú, capturó a la cúpula senderista en una casa de Surquillo. Luego, Guzmán fue presentado al interior de una enorme jaula con un traje a rayas con el número 1509.
Salud en deterioro
La salud del exprofesor de filosofía, que buscó instaurar un régimen comunista por medio de una “lucha armada”, ya venía decaída. El 19 de julio fue atendido por personal del Ministerio de Salud (Minsa) especializado en geriatría por presentar “inapetencia recurrente” y “presión baja”, según detalló el Cerec.
Pese a que sus exámenes de laboratorio concluyeron que necesitaba atención médica especializada, rechazó ser llevado otra vez a un centro de salud. Fue su defensa legal la que lo convenció de ser trasladado en una ambulancia SAMU a un hospital cercano al Cerec para recibir cuidados médicos.
