Mandatario aseguró que se comunicó con personas cercanas a ambos candidatos para “bajar la tensión y esperar los resultados oficiales”
Anoche, Humberto Ortiz acusó al presidente de la República Francisco Sagasti, sin pruebas, de haber llamado al novelista Mario Vargas Llosa para que le pida a la candidata Keiko Fujimori que “acepte su derrota”.
Según el conductor de ‘Beto a saber’, “en aras de la gobernabilidad y para terminar con esta polarización”, el mandatario le pidió a Vargas Llosa que, por favor, conversara con la candidata de Fuerza Popular para que admita su derrota y desista de sus reclamos ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
“Vargas Llosa le explica que, para él, la elección termina cuando se termina de contar el último voto y se resuelve la última impugnación”, continuó Ortiz, para agregar que (según su propia teoría), el jefe de Estado “tenía su propia matemática” que daba como ganador de las elecciones presidenciales a Pedro Castillo.
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Las acusaciones, sin ninguna prueba que las respalde, fueron rápidamente tomadas como ciertas por varios congresistas y el entorno cercano a keiko Fujimori, asegurando que esto probaba una “intervención en el proceso electoral”.
“Es la forma de operar de este señor Sagasti, los demócratas respetan a las instituciones y usted lejos de ello amenaza e interfiere en los procesos que no son de su competencia. Su actitud constituye una infracción constitucional”, aseguró el congresista de Alianza Para el Congreso, Luis Valdez.
Niega intervención
Sin embargo, el presidente Sagasti salió inmediatamente a negar las acusaciones propaladas por Ortiz, y aseveró que nunca le pidió a Vargas Llosa que hable con Fujimori Higuchi para aceptar su derrota.
“La tarea de un Jefe de Estado es hacer que el país mantenga la serenidad y la calma en momentos difíciles y complejos. En ese esfuerzo me puse en comunicación con varias personas que, entendía, tienen contacto con ambas candidaturas. Mi pedido fue el mismo para ambos: bajar la tensión y esperar los resultados oficiales. Una de esas personas fue Mario Vargas Llosa”, aclaró el mandatario.
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“Deploro que se distorsione y malinterprete una acción orientada a mantener la tranquilidad en un ambiente tan polarizado, complejo y difícil, plagado de mentiras y distorsiones, como el que estamos viviendo”, agregó.
Sagasti Hochhausler aseguró que no dejará pasar “ninguna mentira ni tergiversación de mis palabras y acciones por los enemigos de la democracia”. Asimismo, sostuvo que seguirá en su esfuerzo de “buscar lo mejor para nuestro país, y lo haré hasta el último minuto de mi gestión”.
De otro lado, Álvaro Vargas Llosa, hijo del novelista, aseveró en una entrevista con RPP que en la conversación entre su padre y el mandatario no hubo nada ilegal ni ninguna insinuación indebida, por lo que lamentó que se haya tomado en otro modo por los medios de comunicación.
“La llamada del presidente no era un secreto, la conocían las personas que lo ayudaron a contactar a mi padre. Fue una conversación privada, una vez concluida mi padre, me pidió que comunicara con Keiko para reiterar su respaldo”, indicó.
“Concluir, como ha hecho un sector de los medios, que hubo en esa comunicación algo indebido, algo inconstitucional, algo ilegal, hay un trecho muy grande”, afirmó el hijo del Nobel de Literatura.
