El fallo a favor de la psicóloga incluye que se inaplique el artículo 122 del Código Penal para que un personal médico asista a Ana durante el proceso de eutanasia
Histórico. La Corte Superior de Justicia de Lima aceptó este jueves 25 de febrero la demanda de amparo de la psicóloga Ana Estrada por el derecho a una muerte digna. Así, el fallo le ordena al Ministerio de Salud (Minsa) y a EsSalud respetar la decisión de Estrada de recurrir al procedimiento técnico de la eutanasia para terminar con su vida debido a una enfermedad degenerativa que enfrenta hace 30 años.
El defensor del pueblo, Walter Gutiérrez, quien sostuvo la causa de Ana ante el Décimo Primer Juzgado Constitucional, manifestó que esta decisión marca un “precedente” que segura tendrá en el futuro un carácter vinculante. “De lo que se trata es ver hasta dónde el Estado de Derecho puede limitar la vida de una persona. Es una excelente noticia”, expresó a Exitosa.
La sentencia indica que las entidades de salud respetarán la decisión de la psicóloga de 44 años por acceder a la eutanasia, “mediante la acción de un médico de suministrar de manera directa (oral o intravenosa), un fármaco destinado a poner fin a su vida, u otra intervención médica destinada a tal fin”. Por lo que se inaplicará el artículo 122 del Código Penal, que condena hasta con tres años de cárcel a quien ayuda a un paciente a terminar con su vida.
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El jueves 7 de enero, se inició el proceso de demanda de amparo de Ana Estrada contra el Estado peruano, durante la audiencia los representes del Ministerio de Justicia se opusieron a que se acepte el requerimiento de la demandante alegando que se “necesita un regulación legislativa” para concretarse. Gutiérrez no descarta que las entidades gubernamentales apelen el fallo, sin embargo confesó sentirse “seguro” de ganar en otras instancias judiciales.
Ana Estrada es atentida en su domicilio por un equipo de enfermeras. Para poder hablar necesita que realizar diversos procedimientos previos para que la voz pueda salir, aun con dificultad.
Lucha constante
Ana sufre desde los 14 años de polimiositis, una enfermedad degenerativa que debilita sus músculos y la obliga a depender de cuidados médicos constantes y permanecer en cama 20 horas diarias. Para poder respirar, le practicaron una traqueotomía y para poder alimentar, una gastrostomía. Lo difícil, expresa Ana en su blog “Ana busca la muerte digna”, es que su mente seguirá lúcida “para vivir cada dolor en una cama de hospital sola y queriendo morir”.
Durante la audiencia virtual del 7 de enero, Ana, en su calidad de psicóloga, puntualizó no sentirse deprimida, sino, por el contrario, “tener mucha alegría y energía. “Si no, me hubiese derrumbado y echado a llorar o incluso haberlo hecho clandestinamente. No lo hice porque estoy lúcida y la razón principal de mi demanda es que quiero la libertad de poder elegir cómo, cuándo y dónde poder morir“, apuntó.
De momento, Ana Estrada es la primera ciudadana que demanda al Estado peruano para recibir una muerte asistida o eutanasia. Alrededor del globo, la muerte asistida es legal en seis países: Canadá, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Colombia y España. Los mismos reconocen que la muerte es lo único inexorable en la vida y que, es un derecho humano, el poder vivir y morir en condiciones dignas.
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