Fiscal decidió no presentar denuncia penal porque la familia de las víctimas llegó a un acuerdo extrajudicial reparativo con la empresa dueña de la franquicia en el Perú
La Fiscalía archivó la investigación preliminar en contra de la empresa Arcos Dorados, propietaria de la franquicia McDonald’s en Perú, por la muerte de dos trabajadores a causa de una descarga eléctrica mientras cumplían sus labores en el local de Pueblo Libre, en el 2019.
“Abstenerse del ejercicio de la acción penal contra María Vanessa Pisfil Silva de Orihuela, Franklin Ramón Medina Huamán y José Andrade Roy, en su condición de representante legal del tercero civil responsable Operaciones Arcos Dorados de Perú S.A.C, por el presunto delito contra la vida, el cuerpo y la salud – homicidio culposo, en agravio de Gabriel Edgardo Campos Zapata y Alexandra Antonella Porras Inga, disponiéndose al archivo definitivo de los actuados”, se lee en el documento.
El fiscal Guido Vera Vera, de la 35° Fiscalía Penal de Lima, resolvió “no ha lugar” a presentar la denuncia penal ya que las familias de los jóvenes fallecidos llegaron, por mutuo acuerdo, a una transacción extrajudicial reparativa con la empresa Operaciones Arcos Dorados S.A.C.
“Podemos concluir que cuando un acuerdo reparatorio como herramienta procesal donde de oficio o a pedido del imputado o de la víctima sea propuesto y convienen, el fiscal se abstendrá de ejercitar la acción penal, así como que estos acuerdos reparatorios procede también en casos de delitos culposos, esto es donde no existió conocimiento y voluntad por parte del sujeto activo para cometerlos como el caso que nos ocupa por lo que corresponde entonces proceder con la abstención del ejercicio de la acción penal”, refiere el documento fiscal.
Cabe señalar que, en diciembre de 2019, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) impuso una multa de S/. 845,670 a la empresa Operaciones Arcos Dorados por la muerte de ambos jóvenes trabajadores mientras cumplían sus labores.
Esa resolución, en primera instancia, encontró responsabilidad de la empresa en la muerte de las víctimas ya que cometió seis infracciones en materia de seguridad y salud en el trabajo.
Estas infracciones fueron no realizar evaluaciones de riesgo y controles periódicos de las condiciones de trabajo del personal a su cargo, y no brindar información y capacitación a sus trabajadores en materia de seguridad y salud en el trabajo o advertir los riesgos que implicaban sus puestos de labores.
McDonald’s tampoco indicaba en su reglamento interno de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) los estándares de seguridad para la limpieza de las áreas, ni acreditó o supervisó la entrega y uso de los Equipos de Protección Personal (EPP).
Además, no brindó las condiciones de seguridad en el lugar de trabajo, ni en las instalaciones, ni en la maquinaria y/o equipos que empleaban los trabajadores, sobre todo en la máquina dispensadora de bebidas gaseosas. Tampoco supervisó de manera efectiva las condiciones de SST.
De acuerdo a Sunafil, la empresa ya conocía de los desperfectos en la máquina dispensadora de bebidas gaseosas; sin embargo, no tomó acción al respecto. Asimismo, la empresa propietaria de la franquicia de McDonald’s en el Perú no comunicó, dentro del plazo legal, la muerte de Alexandra Porras y Gabriel Campos, de 18 y 19 años respectivamente, al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, lo que constituyó otra infracción grave.
Ambos trabajadores murieron producto de una descarga eléctrica mientras limpiaban la cocina del local de Pueblo Libre. Ninguno tenía puesto guantes, botas aislantes u otro implemento de seguridad. Los pisos estaban húmedos como consecuencia de la máquina dispensadora de gaseosas averiada.
