Respira Perú ha logrado recaudar dinero para que ningún peruano muera por falta de oxígeno a raíz del nuevo coronavirus
Cuando el presidente de la República, Martín Vizcarra declaró -por 15 días- el aislamiento social obligatorio el 16 de marzo de este año, nadie imaginó la gravedad de la situación, ni que, pocos meses después el Perú sería el país con la mayor tasa de mortalidad por COVID-19 del mundo.
Diez días antes el mandatario dio una conferencia anunciando el primer caso de SARS-CoV-2 en el Perú. En ese entonces, los peruanos tomaron a la ligera la mortalidad del virus, así como la duración de la cuarentena. Nadie estaba preparado para lo que se avecinaba, ni siquiera el Gobierno.
El nuevo coronavirus desnudó todas nuestras carencias, especialmente las de salud. Y, nos demostró que a pesar del crecimiento económico sostenido, en otros sectores estábamos muy por debajo de lo mínimo requerido. Las muertes fueron en un alarmante aumento y pronto el oxígeno, algo que muchos daban por sentado y en lo que ni pensaban, se volvió indispensable para sobrevivir a un enemigo invisible y que, parecía, estar ganando la batalla.
Y es que, cuando el COVID-19 ataca entra en las células de los alveolos (los neumocitos) utiliza el contenido que hay dentro de ellas para multiplicarse de forma masiva, hasta matar a la célula en la que se encuentra, infectarla y liberar entre 10 mil y 100 mil partículas virales nuevas. Al multiplicarse, el virus acaba con estos neumocitos y por eso se dificulta mucho el trabajo que deben realizar en cada inspiración para que el oxígeno llegue a la sangre y se reparta a todos los órganos del cuerpo.
La destrucción de los alveolos genera una respuesta de nuestro sistema de defensa en forma de inflamación. Si la infección se expande en los pulmones, se origina la neumonía. Esta respuesta inflamatoria produce unas sustancias que pueden dañar al propio pulmón y si es muy elevada, genera una acumulación de líquidos que dificulta que el oxígeno atraviese esta pared tan finita de los alveolos y llegue a la sangre.
Es decir, a mayor respuesta inflamatoria, más líquido se acumula, menos oxígeno llega a la sangre y más dióxido de carbono se queda dentro de nuestro cuerpo ocasionando una insuficiencia respiratoria. Cuando esto ocurre, necesitamos respiradores artificiales para facilitar la respiración y ayudar a introducir y extraer aire de los pulmones. De ahí que los respiradores artificiales sean imprescindibles en la gestión de esta pandemia.
Por esto, obtener balones de oxígeno se volvió indispensable para muchas familias que, ante el repentino aumento de casos, no lograban conseguir internar a sus familiares en algún hospital.
Peor aún, hubo muchos especuladores que aprovechando la demanda incrementaron el precio de los balones y del oxígeno hasta en 10 veces su precio real, con lo que las familias debían pagar hasta 10 mil soles por un balón con oxígeno que duraba solo un día.
La situación se volvió tan insostenible que, cuando aparecieron algunos empresarios que respetaron el precio real se volvieron “ángeles del oxígeno” y se ganaron el respeto de la sociedad. Pero, ante esta insostenible situación hubo un grupo de personas que decidieron ir más allá.
Así nació la iniciativa denominada “Respira Perú”, un 1 de julio de este año, cuando la Conferencia Episcopal Peruana, el Grupo Educativo USIL y la Sociedad Nacional de Industrias se juntaron con el objetivo de recaudar dinero para que ningún peruano muera por falta de oxígeno a consecuencia de la pandemia originada por el COVID-19.
La campaña se denominó “Respira Perú – Porque el oxígeno es vida”, y, hasta el momento, ha entregado más de 200 respiradores artificiales a diferentes regiones del país.
Ricardo Márquez Flores, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), sostuvo que esta iniciativa “pretende convocar a grandes y pequeñas empresas que tienen todo el interés de sumarse a esta iniciativa. Hoy el Perú tiene grandes necesidades de oxígeno y eso no hace más que empujarnos hacia esa dirección. Hay empresas que buscan abastecer de oxígeno a los peruanos. Estamos en un proceso de trabajar juntos. “Respira Perú” dotará de oxígeno a la región donde se requiera con urgencia”.
El dinero recaudado por “Respira Perú” es gestionado por la Conferencia Episcopal para adquirir plantas de oxígeno e importar balones que serán distribuidos en las zonas del país donde más se requiere este recurso vital. La Sociedad Nacional de Industrias ofrecerá toda la asesoría técnica para optimizar la producción y uso del oxígeno.
Respira Perú ya ha entregado 150 ventiladores mecánicos a las regiones de Moquegua, Tacna y Cajamarca, así como 60 ventiladores mecánicos de uso temporal a los hospitales ‘Seguín Escobedo’ de EsSalud y ‘Honorio Delgado Espinoza’ del Ministerio de Salud, ambos a cargo de la atención de pacientes con coronavirus en Arequipa.
A eso se suma la planta de oxígeno entregada a Trujillo, para ampliar la capacidad de atención hospitalaria de un hospital del Ministerio de Salud (MINSA). Además de la entrega que hizo de 40 ventiladores mecánicos de un solo uso (Vortran) a los hospitales referenciales para COVID-19.
Y hay más, Respira Perú ha llevado estos ventiladores a Tarapoto, Chachapoyas, Puno, Yurimaguas, entre otros.
Esta iniciativa entre la empresa privada y la iglesia solo busca ayudar a la sociedad civil sin ninguna retribución de por medio. Un ejemplo loable de la importancia de la responsabilidad social que tienen presente algunas empresas en el Perú.
La SNI y el GRI
La Sociedad Nacional de Industrias (SNI), una de las responsables de la campaña “Respira Perú” , es una institución sin fines de lucro que representa a la industria manufacturera peruana. Un sector de ella es la pesca industrial, que anualmente presenta un reporte de sostenibilidad, también conocido como GRI por sus siglas en inglés (Global Reporting Initiative).
Pero, ¿qué es el GRI? Pues consiste en elaborar unas directrices de aplicación voluntaria para toda clase de entidades que informen sobre la dimensión económica, social y medioambiental de sus actividades, productos y servicios.
Este informe es obligatorio para todas las empresas peruanas que cotizan en la Bolsa de Valores de Lima, y tiene reconocimiento internacional.
En estos informes, las empresas dan a conocer, entre otros ítems, su gestión ética empresarial, la integridad de gestión sostenible, su aporte al Producto Bruto Interno(PBI), cuidado y protección del medio ambiente, así como la seguridad y salud ocupacional de sus trabajadores.
La importancia del GRI es que responde a las necesidades e intereses de toda la sociedad. Y, que cada vez más empresas, en especial las pequeñas y medianas, decidan elaborar estos informes es una muestra del cambio que se viene produciendo en el sector privado peruano. Uno que no ha querido mostrarse indiferente a un virus que ha atacado a los más necesitados y quiso poner su grano de arena para ayudarlos.
- Tags: Covid_19, cuarentena, GRI, Martín Vizcarra, Respira Perú, SNI