Martín Benavides contestó las 33 preguntas hechas por el parlamento acerca de su actuación en Sunedu. Ningún congresista presentó una censura en su contra
Luego de 8 horas de cuestionamientos el ministro de Educación, Martín Benavides, finalizó su presentación ante el Congreso de la República para responder al pliego de 33 preguntas sobre su gestión como superintendente de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
Si bien la interpelación a un ministro tiene como finalidad determinar el grado de su responsabilidad política en su función ministerial, todos los cuestionamientos del pliego interrogatorio fueron dirigidos a su desempeño al frente de la Sunedu, lo que para varios especialistas tendría vicios de inconstitucionalidad.
A pesar de esto, el ministro de Educación absolvió todas las interrogantes referidas al licenciamiento otorgado a las filiales de las universidades Tecnológica del Perú (UTP) y Privada Peruano Alemana (UPAL), establecidas en la moción N° 11348.
“Todas las normas de Sunedu son en general, no existe ninguna norma hecha para una universidad en particular. Sería imposible. Con las mismas reglas de juego, hubo universidades que lograron licenciarse y otras no”, afirmó Benavides, descartando cualquier tipo de favoritismo a la UTP, como insinuaron varios congresistas.
Respecto a que la UPAL haya alquilado canchas deportivas al colegio Aleph, el titular del Ministerio de Educación indicó que los servicios complementarios de las universidades también pueden ser brindados por convenio o contratos por terceros. Además, rechazó que exista algún vínculo entre la UPAL y el Consejo Directivo de la Sunedu.
“Permitir que continúe funcionando una universidad que aparenta tener una buena infraestructura, dejando de lado todas las demás condiciones de calidad terminaría por generar un perjuicio irreparable a los estudiantes”, señaló Benavides, dejando en claro que la labor de la Sunedu siempre ha sido buscar la calidad educativa en los centros de estudios superiores.
Al terminar su presentación, el ministro de Educación se retiró del hemiciclo, tras lo cual el presidente del Congreso dio por terminada la sesión, sin que ninguno de los congresistas presente una moción de censura en su contra.