Por: César Ortiz Anderson
Especialista en Seguridad Ciudadana y presidente de Aprosec
Hemos escrito varios artículos sobre el cómo evitar ser víctimas de los clonadores o hacer mal uso de nuestras tarjetas de crédito/débito. Está demostrado que cuando conocemos la historia u orígenes de algo, tomaremos mayor atención, por ello realicé una investigación de sus orígenes.
Según nuestras investigaciones fue en Estados Unidos, en el año de 1949 que se inventa y sale al mercado la primera tarjeta de crédito en el mundo y, curiosamente, fue creada a raíz de un hecho fortuito.
Ocurrió durante una cena en un restaurante entre dos importantes empresarios y el abogado de uno de ellos, al momento de pagar la cuenta el anfitrión se percató que había olvidado en casa su billetera, se comunicó con su esposa para que se la haga llegar. En ese preciso momento, los tres empiezan a idear la forma de un medio de pago que no necesitara utilizar dinero en efectivo.
Es allí donde surge la primera tarjeta de crédito del mundo: “Diners Club” (Club de Cenadores). Esta tuvo dificultades durante su primer año, pero luego se convirtió en un elemento que se convirtió en símbolo de status para las personas de alto poder adquisitivo, lo que llevó a otras marcas a ofertar sus propias tarjetas.
Pero, con la llegada de este nuevo medio de pago, también comenzaron a proliferar pequeñas organizaciones delictivas que buscaban realizar compras y que estas fueran pagadas por los verdaderos titulares. Hoy, sobre todo en esta pandemia por COVID-19,
la gran mayoría de personas hacen uso de ellas, por eso hay una batalla entre la tecnología de protección y las formas de fraude y estafas.
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Hace unos días cayeron tres integrantes de una banda (integrada por dos venezolanos y un peruano) dedicada a la clonación de tarjetas de crédito, estos individuos tenían en su poder varios skimmers, equipos que sirven para leer bandas magnéticas y copiarla en otra tarjeta para cometer ilícitos, con el “duplicado” los delincuentes pueden pagar por productos o servicios, como si uno lo hubiera realizado.
Lo novedoso es que estos delincuentes, con mucha habilidad, habían adaptado unos circuitos que permitían conocer las pulsaciones del teclado del cajero automático y así poder descifrar la contraseña de los usuarios. Trascendió que estos malhechores habrían sustraído más de 60,000 dólares de varios clientes de un solo banco.
Se estima que se dan un promedio de 60 transacciones financieras fraudulentas con esta modalidad. En lo que va del año, son 17 las bandas que han sido desarticuladas por la Policía Nacional, solo en la ciudad de Lima.
Para esto, los delincuentes se valen de cómplices que ya trabajan en locales comerciales o se infiltran como mozos, empleados o cajeros en restaurantes, grifos, locales comerciales en general. Los skimmer que utilizan miden 5 cm. y son camuflados en el pantalón o demás prendas de vestir, son casi imperceptibles.
A continuación, algunas medidas preventivas que deben de tomar en cuenta:
-Jamás pierda de vista su tarjeta de crédito, si nota algún tipo de manipulación extraña reclame y presente una queja.
-Al digitar su clave cerciórese que no lo están observando.
-Es aconsejable cambiar su código secreto cada cierto tiempo.
-Jamás permita que su tarjeta pase por más de un lector.
-No porte su PIN, ni lo revele a nadie.
-Conserve su tarjeta en un lugar seguro.
-Firme su tarjeta tan pronto se la entreguen.
-Cuando reciba el sobre con su clave personal, verifique que este se encuentre sellado.
-En una transacción no reciba consejos de terceros.
-Guarde los comprobantes obtenidos por cualquier transacción con su tarjeta.
-Si detecta una operación que no realizó, denuncie inmediatamente a la entidad bancaria.
-En caso de robo o pérdida avise de forma inmediata al emisor para que sea bloqueada.
-No haga caso a correos electrónicos que le soliciten datos o claves.
-Recuerde que su clave es personal e intransferible, ningún funcionario se la pedirá.
-Al terminar su pago, verifique que le hayan devuelto su tarjeta.
-Si acude a un cajero automático revise minuciosamente, si observa algo extraño no introduzca su tarjeta.
-Si fue víctima, es importante que, adicional a la llamada, envíe una carta al ente emisor comunicándole formalmente la pérdida o robo, día del extravío y del día que lo informó telefónicamente. Aconsejamos acompañar la carta con una denuncia policial.
Finalmente, los bancos ofrecen seguros propios con este fin, incluso algunos brindan un sistema de monitoreo de compras que detecta movimientos inusuales en su tarjeta, ello basado en un patrón de compras.
