Ciudadela inca había sido habitada desde 1420 y no desde 1440, según revela investigación de datación por radiocarbono
Un estudio liderado por el arqueólogo Richard Burger, profesor de Antropología de la Universidad de Yale, descubrió que la ciudadela inca de Machu Picchu (Cusco) es veinte años más antigua de lo que se tenía registrado históricamente. A través de ladatación por radiocarbono, se reveló que la ciudadela estuvo ocupada entre 1420 y 1530 después de Cristo.
“Este es el primer estudio basado en evidencia científica que proporciona una estimación de lafundación deMachu Picchu y la duración de su ocupación”, indicó Burger en un comunicado de prensa recogido por CNN. El hallazgo sugiere que las primeras conquistas de Pachacútec “tuvieron lugar mucho antes, lo que explica cómo el Imperio incaico se convirtió en el más grande y poderoso” de la América precolombina.
Lea también: “Transformers: el despertar de las bestias” será filmada en el Perú.
¿Qué se conocía antes?
Fuentes históricas que datan de la invasión española del imperio inca indicaban que Pachacutec tomó el poder en 1438 después de Cristo y que luego conquistó el valle bajo de Urubamba donde yace Machu Picchu. Con base en esos registros, los investigadores estimaban que la ciudadela fue construida después de 1440 y quizás hasta en 1450 después de Cristo.
Sin embargo, esto habría ocurrido mucho antes. “Los métodos modernos de radiocarbono proporcionan una mejor base que los registros históricos para comprender la cronología Inca”, señala Richard Burger. “Los resultados sugieren que la discusión sobre el desarrollo del imperio inca basado principalmente en registros coloniales necesita revisión”, agregó.
¿Cuál fue su metodología?
Burger y su equipo de investigadores usaron un acelerador de espectrometría de masas (AMS por sus siglas en ingles), una forma avanzada de la datación por radiocarbono de restos humanos que obtiene una imagen cronológica más precisa. Esta herramienta puede “datar” incluso cantidades pequeñas de material orgánico, lo que amplía el conjunto de esqueletos que pueden estudiarse.
Para este estudio, analizaron los restos de 26 individuos enterrados en los cementerios de Machu Picchu, recuperados durante las excavaciones de 1912dirigidas por el profesor de Yale Hiram Bingham III, quien, un año antes, había “redescubierto” el sitio hoy considerado Patrimonio Mixto Natural y Cultural de la Humanidad.
Los cuerpos –huesos y dientes- habían sido enterrados bajo rocas, acantilados o cuevas poco profundas y probablemente pertenecían a criados o asistentes que fueron asignados a la propiedad real, afirma el estudio. También había un ajuar funerario que incluía “cerámicas y pasadores de bronce y plata para mantones”.
Lea también: Qali Warma brinda alimentos a más de 287,000 escolares de comunidades indígenas.
La investigación publicada en la revista Antiquity halló que los restos muestran poca evidencia de participación en trabajos físicos pesados, como la construcción, “lo que significa que probablemente pertenecían al período en que el sitio funcionaba como un palacio de campo, no cuando se estaba construyendo”.
El equipo de arqueólogos reconoce que las pruebas documentales no son confiables, por lo que “tal vez llegó el momento de que las pruebas de radiocarbono asuman la prioridad en las reconstrucciones de la cronología de los emperadores incas y la datación de sitios monumentales incaicos como Machu Picchu”.
Más investigaciones
El 30 de noviembre de 2010, la Universidad de Yale y el gobierno peruano llegaron a un acuerdo para la devolución al Perú de los materiales arqueológicos que Bingham excavó en Machu Picchu. Así, los restos humanos y otros materiales arqueológicos de la ciudadela fueron devueltos al Cusco, la antigua capital del imperio incaico. Hoy se conservan en el Museo Machu Picchu.
Además, el 11 de febrero de 2011, Yale firmó un convenio con la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco para establecer el Centro Internacional para el Estudio de Machu Picchu y la Cultura Inca, dedicado a la exhibición, conservación y estudio de las colecciones arqueológicas de las excavaciones de Hiram Bingham en 1912.