No se vale jugar con un fuego político

Por: César Ortiz Anderson
Especialista en Seguridad Ciudadana y presidente de Aprosec

Si así empezamos estamos mal, y ello va para ambos candidatos que de manera bastante irresponsable han deslizado malos manejos, irregularidades, los que sin duda se traducen en un posible fraude.

Esta situación ya la habíamos advertido y, sin duda, es un pretexto para que el perdedor levante la voz de fraude. No olvidemos que en política las formas son los fondos.

Además, desde la convocatoria a sus cierres de campaña (donde se congregaron miles de simpatizantes), las ultimas concentraciones en sus locales partidarios y diversas marchas por la ciudad, parecería que han olvidado completamente la emergencia sanitaria que estamos viviendo producto de la pandemia por COVID-19. Han olvidado que somos, a nivel mundial, el país que más fallecidos ha tenido por millón de habitantes.

En mi opinión, el combustible de la duda ya ha sido regado; el detonante será el anuncio oficial de parte del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de nombrar al ganador de esta contienda electoral. Tal anuncio debería darse mañana, de no ser así sería mejor -por prevención- declarar el estado de emergencia, ante posibles desmanes y una violencia insospechada.

Finalmente, las elecciones ya acabaron, los votos tienen que ser respetados y en democracia también se debe respetar la derrota. Todo apunta a que esta será la elección más ajustada en términos de números de votos.

Al ganador/a le queda un arduo trabajo con muchas urgencias, pandemia, seguridad, desempleo, pobreza, reactivación económica, entre muchas otras. Al perdedor/a, es una tarea de trabajar armoniacamente por el país, no queda de otra, no vale jugar con fuego en política y menos en las circunstancias que estamos viviendo.