Alejado de las políticas impuestas en la Administración Trump, Biden asume el gran reto de gestionar la pandemia de COVID-19 y reunificar al país
El demócrata Joe Biden juró esta tarde al cargo de presidente de los Estados Unidos. Biden, de 78 años, asume el mandato en medio de una crisis sanitaria que ya cobró la vida de 402 mil ciudadanos, cifra similar a la de fallecidos durante la participación estadounidense en la Segunda Guerra Mundial. Al lado de Kamala Harris, su vicepresidente, la nueva Administración enfrenta el gran reto de devolverle a la nación la unidad perdida.
Gestión de la pandemia
En diálogo con Pica News, el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay apunta que el primer reto a cumplir para Joe Biden es el manejo de la pandemia de COVID-19, gestión por la cual criticó a su antecesor Donald Trump.
“Ahora que es presidente deberá demostrar lo que dijo en campaña, lo que va a hacer con la pandemia y las vacunas. Deberá demostrar en cifras menos muertos, si acaso muertos, en el país y una curva descendente”, señala.
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El internacionalista Juan Antonio Velit Granda agrega que, luego de la gestión de la pandemia, el segundo reto para Biden será levantar la maquina productiva del país, la cual “está herida de muerte porque su economía ya no soporta más”. Por su parte, Biden se comprometió a inyectar cheques de estímulo, aumentar el impuesto a las ganancias corporativas de 21% a 28% y el salario mínimo.
La gestión de Biden inyectará $20 mil millones para acelerar y facilitar la vacunación masiva, entregará cheques de estímulo de $1400 a las familias y promoverá el uso de mascarillas.
El tercer resto, continúa Velit Granda, es el desempleo, y el cuarto, unir a Estados Unidos. Sostiene que la gestión de Trump desnudó lo que se creía un “Gobierno impecable”, con fuertes medidas de seguridad que, “como en las películas”, cuando ocurría una pandemia “iban los médicos y en minutos cerraban el pueblo”, o donde no existía soborno ni corrupción. “Trump demostró que sí es factible corromper y que EE.UU. es un país más vulnerable que otros”, expresa.
La tarea de la migración
Miguel Ángel Rodríguez Mackay comenta, además, que existe una gran expectativa sobre el sistema internacional de Estados Unidos bajo la Administración Biden. “Hay un trecho que lo va a estar mirando, no va haber tregua para Joe Biden. Los migrantes tendrán mucha expectativa por lo que el haga para ellos. Muchos latinos votaron por él, existe una expectativa centroamericana que ya empezó la diáspora hacia Norteamérica”, añade.
Por ello, Velit Granda manifiesta que la Administración del actual jefe de Estado recogerá en gran parte el legado de Barack Obama (2009-2017), donde Biden fue vicepresidente de la nación. “Va a perfeccionar muchas de las normas que dejó, otras que dejó inconclusas, y otras que prometió y no terminó de cumplir, especialmente en el tema migratorio”, agregó.
Precisamente, el nuevo presidente de los Estados Unidos prometió cambiar la ley de asilo para que los migrantes puedan solicitar este pedido dentro del territorio norteamericano y ya no en su país de origen. Además, otra propuesta de campaña era regular la situación migratoria de 11 millones de indocumentados que radicaban en el país. “Ha prometido mucho y deberá empezar a cumplir sus promesas”, expresa Rodríguez Mackay.
Democracia americana
La ejecución de las promesas de campaña de Joe Biden, quien culminará su mandato a los 82 años, dependerá mucho de cómo encamine su estrategia política. Por tanto, el primer reto, en términos políticos será devolverle a la nación “la confianza al sistema democrático y fortalecer las instituciones titulares de la vida americana”, las mismas “que fueron lapidadas y manoseados por Donald Trump”, comenta Rodríguez Mackay.
“Ahí tiene un enorme derrotero, tiene que llevar adelante un proceso para que EE.UU. recupere su sitial de ser la cuna de la democracia moderna. El mundo sigue impactado porque el país que pregonó libertad, democracia y tolerancia, demuestra lo contrario”, recuerda. Por su parte, Juan Antonio Velit Granda enfatiza que Biden encara una “herencia muy dura y difícil” que aún con el tiempo se pueda borrar de la memoria de la “gente pensante” en Estados Unidos.
De igual forma, en la político exterior del país aunque, al haber sido vicepresidente en el Gobierno de Barack Obama y formar parte de la Comisión de Asuntos Internacionales del Congreso, tienen un cierto margen de experiencia en relaciones internacionales a diferencia de su antecesor. Lo que ya prometió Biden es reincorporar a Estados Unidos al Acuerdo de París, marco global para evitar un cambio climático peligroso.
La dupla Biden-Harris se comprometió además a establecer en los primeros 100 días una ley de igualdad para que la comunidad LGBTQ tenga acceso a protección federal en educación, vivienda, créditos y servicios.
Crisis racial
En tanto, la presencia de Kamala Harris como la primera vicepresidenta mujer de los Estados Unidos representa a dos minorías: las mujeres y los afroestadounidenses, “vituperadas” por la historia y el Gobierno de Donald Trump. “Ella fue elegida como candidata a vicepresidente en un contexto cuando el racismo, a mitad de año, era muy fuerte en EE.UU. Este fue un mensaje inclusivo”, explica Rodríguez Mackay.
Asimismo, señala que esta decisión “no debería quedarse solamente en una actuación política sino materializar esta intención de un EE.UU. de luchar por los [derechos de los] afro-estadunidenses, el gran sueño de Martin Luther King”, acotó el internacionalista. De momento, Joe Biden se comprometió a crear, durante los primeros 100 días de su Gobierno, un comité de control policial para erradicar las desigualdades raciales ante las autoridades.
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