Polarización y hasta denuncias por fraude. Más de 48 horas después y, hasta el momento, se desconoce quién será el cuadragésimo sexto presidente de los Estados Unidos
La contienda electoral del 3 de noviembre en Estados Unidos no ha terminado. El panorama para estas elecciones presidenciales estuvo dividido y hasta ajustado a diferencia de años anteriores. Con seis estados aún por definir: Pennsylvania (20), Georgia (16), Nevada (6), North Carolina (15), Arizona (11) y Alaska (3), la carrera hacia la Casa Blanca aún no muestra un ganador.
Al momento, el demócrata Joe Biden lleva la delantera por 253 votos del Colegio Electoral frente a los 214 votos del candidato republicano Donald Trump. Aunque, agencias internacionales como The Associated Press o Fox News, indican que Biden ya ganó Arizona, configurando el total de votos a su favor en 264.
Por su parte, el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no dudó en afirmar la existencia de un fraude en el conteo de los votos, sobre todo en los sufragios por correo postal, actividad histórica de la democracia norteamericana.
Pica News conversó con dos internacionalistas para conocer sus perspectivas sobre las elecciones presidenciales que tienen la atención del mundo.
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Elecciones inéditas
El internacionalista Juan Velit Granda califica a estas elecciones de irregulares, distintas a la de las contiendas anteriores, con comportamientos políticos y electorales diferentes. “Se esperaba que iba a ser una suerte de ‘lid’ controvertida debido a que uno de los actores, el señor Donald Trump, tiene un comportamiento político, en su trato cotidiano, muy irregular”, sostuvo Granda para este medio.
“Me atrevería a decir que no tiene el comportamiento de una persona madura sino que además comprende una serie de desaguisados”, agregó el internacionalista.
Por su parte, respecto a los resultados, el experto en asuntos internacionales Oscar Vidarte, vislumbra un escenario favorable para Joe Biden.
“Estamos ante casi un ganador”, asegura en conversación con Pica News; sin embargo, sí observa una diferencia en los estados clave para estas contiendas. “Nos dimos cuenta que Biden llegaba a los 270 votos, incluso puede perder Pennsylvania y solo con Nevada, Wisconsin, Michigan y producto de otros resultados ya con esos estados puede llegar (a la Presidencia)”, mencionó.
En Pennsylvania, en cambio, la diferencia con el candidato republicano, aunque cada vez menos, configuraba un escenario más difícil para un triunfo. “Eso en cuanto al conteo, otra cosa muy distinta son las herramientas legales que vaya a utilizar el presidente Donald Trump y el partido republicano para evitar la victoria de Biden”, añadió Vidarte.
Mapa de resultados del conteo de votos
Acusación de fraude
Precisamente, cuando Donald Trump empezó a distanciarse en los votos de Joe Biden consideró que las elecciones fueron fraudulentas y manifestó que apelaría a la Corte Suprema de los Estados Unidos.
“Todo el mundo sabe que el señor Trump puso a la señora Amy Coney Barrett en los últimos días como magistrada, lo cual le da amplia ventaja de seis republicanos conservadores contra tres demócratas más liberales”, apuntó Juan Velit Granda.
Empero, añade que, cadenas televisivas que apoyan la reelección del actual mandatario, como FOX, le otorgan 264 votos del Colegio Electoral a Joe Biden. Aun así, explica que si la Corte Suprema encuentra evidencia de fraude puede abrir una investigación; empero, Trump “no ha dado ninguna prueba de estos acontecimientos”, tan solo lo anunció abiertamente ante el público, los miembros de su partido y periodistas extranjeros.
“Todo esto se intuía. El señor Bernie Sanders hace dos meses y medio dijo que cuando empiece el conteo, especialmente de los votos que fueron enviados por correo, y cuando empiece a perder el señor Donald Trump, él iba a gritar que había fraude con lo cual quería anular los votos de algunos estados. Pero todo parece indicar que no hay ninguna razón para eso y por lo tanto va ser muy difícil que él lleve adelante esas intenciones”, anotó Velit Granda.
Para internacionalista Oscar Vidarte tampoco es sorprendente el discurso del actual presidente de los Estados Unidos, pues durante toda la campaña electoral deslizó la posibilidad de un fraude. La diferencia, indica, es que Trump logró un resultado más estrecho en las votaciones, ya que “con un resultado más holgado cualquier denuncia de fraude se caía, pero cuando el resultado es tan estrecho ahí es cuando el fraude suena más fuerte”.
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Pero, aclara, estaba convencido que “cual fuera el escenario, el mandatario usaría la herramienta del fraude”. Asimismo, trae al recuerdo la decisión que tomó, en el año 2000, la Corte Suprema por cinco votos a cuatro en favor del candidato republicano George Bush, pero marca las distancias con la contienda actual y un eventual apoyo de jueces conservadores a Trump.
“Seamos sinceros, lo que pasa en Wisconsin, Michigan y Pennsylvania no es lo que pasó hace veinte años en Florida, donde realmente hubo una serie de irregularidades y mucho de eso se ha normado en los últimos años para que no se repita”, comentó Vidarte. A pesar de ello, prevé que no habrá un reconocimiento rápido de una posible victoria de Joe Biden.
“Se van a generar especulaciones, se alargará el tema y vamos a tener un presidente que, así el poder judicial no le dé la razón, no va a reconocer la derrota. Me parece que este dilema se puede alargar un poco”, adelantó Vidarte.
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Por otro lado, a Juan Velit Granda le resulta extraño que Donald Trump quiera eliminar el voto por correo postal cuando él mismo “puso muchas limitaciones para que se emitieran estos”. “Hasta los buzones se recortaron y, además, él puso (en mayo) como director de correos a una persona que es su amiga personal (Louis DeJoy), metiéndola también a su partido”, recordó Velit.
Para Oscar Vidarte las acusaciones de fraude al conteo de votos y a las Elecciones Presidenciales de 2020, afectan, sobre todo, a la institucionalidad democrática estadounidense que, probablemente, “es el valor más importantes que tiene Estados Unidos: su democracia”. “Lo que han querido exportar al mundo como ejemplo a nivel global, y la verdad que Trump ha colaborado en su desprestigio”, lamentó.
Voto latino
Aunque el número de votaciones para estas elecciones incrementó, incluido el de migrantes latinoamericanos, cabe precisar que no existe un bloque único, sólido y sin fisuras que configure lo que muchos denominan “el voto latino”, aseguró el internacionalista Juan Velit.
Por ejemplo, el voto latino mexicano centroamericano de California está más enfocado en temas como la migración, mientras que el voto latino de Florida que es, en su mayoría, cubano y, últimamente, venezolano tiene un voto anti castrista o anti chavista, explica por su parte Vidarte.
Incluso, entre los primeros cubanos que llegaron a Estados Unidos tras la toma de poder de Fidel Castro en La Habana y los que llegaron después, no siempre comparten las mismas posiciones ideológicas, refiere Velit Granda. Además, existen un grupo de latinos puertorriqueños y, en los últimos tiempos, colombianos, con sus propios intereses.
“Existe un acercamiento de EE.UU. con Colombia, posiblemente debido al combate de Colombia contra el narcotráfico y contra las fuerzas revolucionarias de las FARC que fueron apoyadas por las fuerzas armadas norteamericanas”, agrega Velit.
La composición de los latinoamericanos en Estados Unidos y su comportamiento político es diferente, incluso entre sus representantes en el Senado. “Hay dos representantes cubanos que no siempre son apoyados por los otros latinoamericanos”, acotó Velit.
La comunidad latina en Estados Unidos supera los 53 millones de personas, el 11.7% de la población nacional.
En Florida, Donald Trump sacó un porcentaje mayor al de cuatro años atrás. En la contienda pasada, la diferencia con su oponente demócrata fue de 2 puntos y esta vez logró 4 puntos más, llevándose los 29 votos del Colegio Electoral. “Podríamos decir que Trump consolidó su rol en Florida. Ahí ven bien la política de dureza que implementó contra el régimen de Castro y de Caracas”, indicó el internacionalista Oscar Vidarte.
Aunque, manifiesta que la políticas implementadas no hayan tenido resultado alguno, “la simple dureza y posición de amenaza contra los regímenes de La Habana y Caracas fueron suficientes” para consolidar el voto por él. “Creo que eso ha vendido muy bien a Trump en esa parte del país”, apuntó.
La America de Biden
En caso que el candidato demócrata se convierta en el cuadragésimo sexto inquilino de la Casa Blanca, ambos internacionalistas coinciden que se configurarán cambios, aunque no sustanciales, en la política exterior de Estados Unidos. Oscar Vidarte afirma que “para leer a Biden, es necesario entender lo que fue el gobierno de Obama” ya que, probablemente, sea una continuidad de esa gestión.
Sostiene que, a grandes líneas, la política exterior norteamericana no va a cambiar, sin embargo “sí vamos a ver estrategias y acercamientos distintos”. Por ejemplo, seguirá el enfrentamiento con China, ya que configura una amenaza tanto para demócratas o republicanos, pero con una dinámica distinta a la de la línea confrontacional.
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“Recordemos que Barack Obama impulsaba una diplomacia que buscaba encontrar aliados y tratar de aislar a China, consolidando el liderazgo y la posición de Estados Unidos en el Asia-Pacífico, eso me parece que va a regresar en tiempos de Biden”, asegura Vidarte.
Menciona, en comparación, la salida de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) durante el gobierno de Donald Trump. “Era una herramienta no solo económica, sino para enfrentar la influencia de China en el Asia-Pacífico; sin embargo, Trump la entendió solo como una herramienta económica y prefirió enfrentarse directamente a China con riesgos más altos”, detalló.
Asimismo, precisa que Estados Unidos tratará de recuperar su liderazgo en temas como el medio ambiente, los vínculos con Europa, las alianzas con Japón, Irán y la desnuclearización y el discurso a favor del libre comercio.
La administración de Trump perdió liderazgo en un mundo multipolar. (En la foto, acompañado por Xi Jinping, máximo dirigente de China)
En ese sentido, Juan Velit indica que de ocupar Biden el salón oval, lo primero que hará será “limar algunas asperezas con los aliados europeos”, como los de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), por ejemplo. Aunque, enfatizó que la política exterior de un país no “responde necesariamente a la concepción” de cada partido, sino al comportamiento de la nación.
Velit Granda sostuvo que se cimentarán, por un lado, relaciones “más duras” con países como Rusia debido a que las agencias de inteligencia norteamericanas acusaron al gobierno ruso de intervenir computadores en “apoyo indirecto a Trump”. Mientras con Latinoamérica serán “más fluidas”, ya que, asegura, el muro levantado por el mandatarioentre Estados Unidos y México “no es solo un muro entre esos dos países sino uno entre Estados unidos y Latinoamérica”.
Para el internacionalista Oscar Vidarte, la orientación de la política exterior con Latinoamérica también cambiará hacia una mayor cooperación, aunque, remarcó, este no será repentino ya que esta región no configura un pendiente importante para el país del norte.
Estados Unidos abandonará la lógica de “amenaza permanente” respecto a temas de migración contra los países como México y Venezuela, formuló. En su lugar, entrará en una política, como la de Obama, “de ‘hardpower’ con ‘softpower’”, es decir: “la hegemonía de Estados Unidos pero con símbolos de acercamiento con tendida de manos, como lo hizo con Cuba, y con una presencia mayor en la región”, acotó.
Por último, de ser electo presidente de los Estados Unidos, la avanzada edad de Joe Biden, de 77 años, y su desempeño como candidato presidencial, pueden jugar en contra de una posible candidatura para la reelección, comentó Vidarte. “Probablemente, estemos ante algo que no hemos visto hace mucho: un presidente de Estados Unidos que solo va a sumir para un periodo”, agregó el internacionalista.
Por ello, sostiene, es posible que sea un gobernante “de transición de lo que fue el ‘huayco Trump’” y que, es muy probable, que, en cuatro años, “estemos frente a un nuevo presidente de los Estados Unidos”.
Más de 48 horas después del día de la elección, aún no se oficializa quién dirigirá uno de los países más importantes en términos geopolíticos. Al cierre de esta nota, el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, continúa firme en su denuncia de fraude sobre el conteo de votos, mientras que Joe Biden anunció a sus compañeros demócratas que esperarán hasta el último voto pero confía, que al concluir, llegarán a la Casa Blanca.
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