La directora de Pica News, voluntaria a la candidata a vacuna contra el coronavirus relata su experiencia en todo el proceso
Mi primera sorpresa al llegar al Centro de Estudios Clínicos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), fue descubrir una larga cola para el ingreso. Mi cita era para las 10:00 a.m. y creí que no habrían muchas personas. Mi segunda sorpresa fue ver a varias personas mayores de 60 años esperando, entusiasmados, ingresar para recibir la primera dosis.
El proceso es largo pero ordenado. Aunque la cita, como voluntaria para el estudio de la Fase III de la prueba contra el COVID-19, era para las 10 de la mañana, recién pude ingresar alrededor de las 11 a.m., por lo que deben considerar que esto va a tomar un par de horas, y prever con anticipación su tiempo.
Al ingresar siempre habrá una personas que te guiará a la siguiente área, donde debes esperar a que te llamen. Para esto, te brindan el mismo documento (impreso) que debiste leer y aceptar en la página web (en el que te hacen preguntas especificas para verificar que sí lo leíste), con un número asignado.
En este ambiente, las sillas están ordenadas de tal manera que se respeta el distanciamiento social, por lo que no debes preocuparte por aglomeraciones o estar muy cerca a otros voluntarios.
Luego de un tiempo de espera otra encargada va llamado a las personas de cuatro en cuatro, siguiendo el orden de los números asignados. Tras lo cual pasas a un mostrador en el que te dan una ‘Hoja de Ruta’, con la que irás recorriendo consultorios para descartar posibles impedimentos para recibir la vacuna.
Entre estos están no tener presión alta, no presentar fiebre, no haber tenido un resultado positivo por COVID-19, no haber estado en contacto con algún contagiado, no haber recibido otra vacuna en el último mes y, para las mujeres, no estar embarazada.
Si cumples con estos requisitos pasas a otra consulta donde, además del examen físico, deberás contestar algunas preguntas sobre tu historial médico (alguna enfermedad congénita, si estuviste internado en un hospital, si sufriste o sufres de algún padecimiento, etc.).
El paso final antes de recibir la primera dosis de la candidata a vacuna es una última entrevista y una prueba de sangre. Por cierto, en todo este proceso puedes realizar todas las consultas y despejar las dudas que tengas. Los examinadores son cordiales y responden a todos los cuestionamientos. Además, te informan que serás monitoreada diariamente para saber si tuviste alguna reacción adversa o uno de los síntomas que la candidata a vacuna del laboratorio chino Sinopharm puede causar, como dolor o hinchazón en la zona de aplicación, fiebre, tos, dolor de cabeza.
Además, una vez tomada la prueba de sangre recibes un sobre con un código y contraseña para que 24 horas después puedas conocer el resultado de los exámenes, a través de la página web de Suiza Lab.
Creo que lo más incómodo, para mí, fue la prueba del hisopado o molecular, ya que es un poco doloroso, pero rápido. Lo malo, es que solo conoces el resultado cuatro días después.
La inyección no supone dolor alguno, apenas lo sientes. Eso sí, ni el médico, ni tú saben si has recibido la vacuna o solo un placebo (una sustancia farmacológicamente inerte que se utiliza como control en un ensayo clínico).
Tras esto, eres derivada a otra área en la que te monitorean por 30 minutos, para comprobar que no tengas una reacción adversa. Finalmente, te miden la temperatura corporal y si es inferior a 37.3 °C te informan que puedes retirarte, siempre recordándote que, ante cualquier inconveniente, debes comunicarlo de forma inmediata.
Si el resultado de tu prueba molecular para COVID-19, demuestra que no tuviste, ni tienes el virus, deberás volver en tres semanas para recibir la segunda dosis. Además, te informan que el monitoreo total del estudio dura un año y que, es importante, no quedar embarazada en los siguientes meses.
Si el resultado es positivo, no podrás seguir como voluntario en este estudio pues ya habrás desarrollado anticuerpos que pueden distorsionar el ensayo (pues podrías estar recibiendo el placebo y el resultado arrojaría que creaste una defensa ante el coronavirus).
Cabe resaltar que en todo el proceso descrito siempre hay una persona que va guiarte en cada paso y llevarte al área correspondiente.
Como se sabe, son 6 mil los peruanos inscritos como voluntarios para ser parte del la fase III de esta candidata a vacuna contra el COVID-19. La vacuna al primer grupo de 3 mil candidatos se realiza en la sede de inmunización del Centro de Estudios Clínicos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Mientras que el segundo grupo lo hace en el Centro de Investigación Clínica e Inmunizaciones de la Clínica Universitaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Este estudio experimental, que consiste en la evaluación de dos tipos de vacuna inactivada contra el SARS CoV-2, es muy importante, ya que permitirá verificar la eficacia de las mismas y si estas no causan eventos adversos en las personas.
A los voluntarios se les inyectará las vacunas en estudio o una sustancia placebo. Por lo tanto, a pesar de ser inyectados, los candidatos no pueden descuidarse y deberán continuar con las precauciones debidas para evitar contraer la infección por el nuevo coronavirus.
La asignación a uno u otro grupo se hace al azar, utilizando un programa informático. Al ser un estudio doble ciego, ni el voluntario ni el equipo de estudio saben si está recibiendo la vacuna de prueba o el placebo, de esta manera, todos los participantes serán manejados con objetividad. La información del grupo al que fuiste asignado te será revelada al final del estudio. Los resultados serán conocidos luego de 12 meses de observación clínica.