Buscaron curarse del nuevo coronavirus consumiendo el producto industrial y terminaron dañando otros órganos de su cuerpo
El anhelo por tener al alcance una cura contra el COVID-19, lleva a muchas personas a seguir recomendaciones de fuentes no oficiales que, en algunos casos, pueden resultar fatales, sobre todo, si el consumo es una sustancia peligrosa como lo es el dióxido de cloro (CDS).
En Arequipa, una de las regiones más golpeadas por el nuevo coronavirus, el 30% de los pacientes hospitalizados en el Honorio Delgado confesaron haber consumido CDS, ellos, al creerse curados, no acudieron al centro de salud para recibir el tratamiento convencional, lo que empeoró su condición.
Por si esto no fuera poco, ahora algunos de esos pacientes han presentado problemas renales y hepáticos. Es decir, al tratar de curarse con un producto calificado como blanqueador industrial, terminaron por dañar sus riñones e hígado.
A pesar que el CDS ha sido descalificado como cura para el COVID-19, por no existir “ninguna evidencia científica que apoye su seguridad o eficacia”, además de presentar “riesgos considerables a la salud de los pacientes”, aún muchas personas creen en su efectividad y la consumen, pese a las advertencias de científicos y especialistas.
Es más, el propio presidente regional de Arequipa, Elmer Cáceres, pidió hace solo unas semanas que el dióxido de cloro sea aceptado como tratamiento para el coronavirus. Esto, pese a que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), la Organización Mundial de la Salud (OMS), y otros comités científicos, han advertido de sus efectos “adversos graves”.
Según la FDA, existen reportes de personas que luego de consumir este producto presentaron insuficiencia respiratoria; insuficiencia hepática aguda; ritmos cardíacos anormales, potencialmente mortales; conteo bajo de células sanguíneas, debido a la rápida destrucción de los glóbulos rojos; baja presión arterial mortal causada por deshidratación; vómitos y diarreas severas, entre otros.
En el Perú, ya la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, aclaró que su sector no avala el uso del CDS en el tratamiento contra el COVID-19, porque no hay existe ensayo clínico aprobado o en curso. Por su parte, el decano del Colegio Médico de Arequipa, Javier Gutiérrez, advirtió que habrá sanciones para quienes ahora lo recomienden, y confirmó los daños colaterales en los pacientes que lo habían consumido.
